
Peregrinación al camposanto, escuchando el rumor de las ramas con almas. En las casas crepita el incienso de la carne apagada, de una carne difunta con oración seca. Y Danzan los gusanos en la calavera, atravesando la concavidad del mustio recuerdo. Las cruces han congregado una bacanal, y sus intersecciones exhalan las flores del placer: anémonas y crisantemos con llanto de color. Hoy, el pozo del olvido rebosa. Hoy, también es el santo del Leviatán.
1 comentario
Anónimo -
Cuidese petita.