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CICLOTIMIA

Los días gastados

La industria de plegar sábanas gigantes con huellas dactilares monocordes no obtiene beneficios. Hace mucho tiempo que está mutilada de un gemelo solidario. Y mientras la niña con sonrisa de barro, la niña que vicia sus dedos en olimpiadas irresponsables de suerte y pronósticos contagiados de sombras, cabalga gastando los días en mantequilla. Su tubo digestivo es un tobogán enfadado por no encontrar el guisante del cuento debajo de su cama. Su tubo digestivo es el continente perforado por la burla del payaso gris, y avanza con él, y con la joroba de esas capas de cebolla que cubren su pasado, que giran su cabeza hacia atrás a las polichinelas para que no vean más eclipses de acuarelas. Necesita rellenar sus grietas con el agua del lago Leteo, necesita arrancar el gimoteo de raíz cuadrada de su garganta, y juega, y juega, y crea cuentos de selvas con tigres galantes, jirafas enanas y elefantes con orejas de chocolate, y salta los charcos del césped azul para sentirse viva, pero los sueños, sueños son, y tan sólo producen legañas que te impiden observar por el microscopio.

1 comentario

Nakazanius -

A veces la realidad es tan difícil de digerir como un pastel relleno de hormigón.