Empiezan las despedidas

Se refugian en la maleta la Virgen Maria y San José. Las estrellas se desenganchan del cielo de papel e inician el duelo con las chinchetas del cielo de la farándula. Y después de tantos días cabalgando en bufandas de sonrisas, y canciones de campanas, toca preparar la marcha atrás. Parece ser que bautismo del 2005, y que el destino, ha invocado el desfile de aguijones. En esta semanita, me he encontrado con Pkl., en el parque infantil. 5 años que permanecimos en silencio, y 5 minutos fueron suficientes para recuperar los borradores de tiza, y los aviones de papel con notas de anís en los asientos de los pasajeros. 5 minutos para leer los colgantes con poemas eternos, y los corazones a mitad. Y también en esta semana, me he encontrado a Jqn. Un abrazo con profecía de alzar la bandera blanca. Por fin, destruimos los apartamentos que llevan las arrugas de violaciones inconclusas, y las estrías de cuerpos ingenuos. Planchamos profanaciones y abrigamos la única verdad que fue y existió. Y también veo a Y, que abre el océano en sus ojos, y le vuelvo a explicar que las tazas de café se rompen, y las puedes volver a pegar, pero siempre, siempre, se ven las fisuras. Y también veo a B. expatriada de las agendas de cuero sin disculpas. Así que gracias al albur, me iré limpia y sin dobleces en el alma. (Aunque ahora mismo mis bolsillos estén repletos de mi veneno nasal (o sea se de mocos), y todo mi cuerpo conquistado por virus gripales, que por suerte no reclaman mercurio para alimentarse).